Al descender esta noche,
recuérdame otra vez
que el alma
que anda en amor,
no cansa ni se cansa.
Señor, tú te acercas a mí
en una luz resplandeciente,
que es tiniebla para mis ojos.
Tu has hecho de la oscuridad
y de las aguas tenebrosas
el lugar de tu morada.
Pero es en esta oscuridad,
y sólo en ella,
donde debo acercarme a ti,
y hacer mi subida
a la unión que tanto deseo.
Para acercarnos a ti no debemos saber,
sino creer, ir caminando por la Fe.
Desciende ahora sobre mi alma
como un río de paz
para liberarme de mis incertidumbres,
de mi miedo a la noche.
(John Kirvan)
hermosa entrada amigoporque será que la fé nos tamabalea y creo que es cuando la incertidumbrebusca su protagonismo?un abrazo Joansiempre es bueno leer tu espacio
Buscando una señal cuando la sombra de la duda planea sobre nuestras cabezas. Es lo habitual. Muy bonita entrada.Un abrazo.
Tremendamente bella oración, Joan. Incluso interpretándola tal cual, sin metáfora, puedo hacerla mía. Porqué es en medio de la noche, bajo las estrellas, sin ninguna innibición, cuando Él y no nos acercamos y le siento de verdad, caminando a mi lado, dándome la mano y sosegando mi alma, regalando paz a mi espíritu atormentado.Bueno, disculpa el tono trascendental de hoy: tanta belleza quizá me ha puesto más tonta que de costumbre.Un abrazo!
Desciende sobre mi alma y sobre el alma de todos los que sufren¡BesucosGó
Siempre andamos buscando la luz entre las tinieblas de la razón, y rara vez caemos en cuenta de que el la fe y no la razón la que nos acerca más rápidamente a la fuente de luz.Un abrazo. Pablo.
Es una bonita oracion que nos hace reflexionar y ver que Dios siempre estarà con nosotros gracias